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Es posible que haya escuchado el dicho "autocuidado" como una palabra de moda para describir los mimos que se hacen para sí mismo. Ya que es una buena idea hacer cosas agradables para uno mismo de vez en cuando como un masaje o un día de spa, el verdadero significado del autocuidado se pierde en este contexto. Entonces se preguntará qué significa realmente el autocuidado y por qué es importante para controlar las enfermedades crónicas. Según un artículo en inglés publicado en el British Medical Journal, el autocuidado es “las acciones que los individuos realizan para llevar un estilo de vida saludable; para satisfacer sus necesidades sociales, emocionales y psicológicas; para cuidar su estado de salud a largo plazo; y para prevenir nuevas enfermedades o accidentes". En otras palabras, debemos ser proactivos en el cuidado de nosotros mismos. No podemos esperar que nuestra salud sea la responsabilidad exclusiva de nuestros seres queridos y de los profesionales de salud, sino que debemos participar en nuestro propio bienestar, especialmente en los momentos difíciles.

Tiene aún más sentido practicar el autocuidado si se trata de una condición de salud crónica que uno necesita manejar cada día. A menudo, nuestra propia salud no es una prioridad hasta que empieza a fallar. Las enfermedades crónicas pueden ser una fuente de estrés lo que provoca malos resultados de salud mental. Adaptar las técnicas de autocuidado puede ayudarle a tomar el control de su enfermedad al mantener un equilibrio entre la mente, el cuerpo y el espíritu. Tenga en cuenta que las prácticas de autocuidado son muy individualizadas y se basan en sus preferencias personales y experiencias de la vida. Mientras que una persona puede sentirse relajada después de pasar un tiempo al aire libre en la naturaleza, otra puede disfrutar de la música relajante. Por esta razón, la forma de conseguir un bienestar óptimo depende de usted.

Hay varias maneras de crear tu propio plan de autocuidado. Es una buena idea tener varias actividades entre las que elegir para desarrollar un plan de autocuidado que mejor le convenga a usted. Un buen punto de partida es elaborar una lista de ideas para su propia caja de herramientas y luego empezar a incorporar algunos elementos como parte de su práctica diaria de autocuidado. ¿No sabe por dónde empezar? SAMHSA elaboró una guía de ocho dimensiones de bienestar que puede servir de ejemplo. La guía incluye el bienestar emocional, físico, ocupacional, intelectual, financiero, social, ambiental y espiritual.

Estos son mis principales recomendaciones de autocuidado:

Físico:

• Incorpore el ejercicio en su día. La actividad física no significa tener una suscripción al gimnasio, comprar equipos caros o hacer actividades agotadoras. Puede ser tan simple como estirarse, tomar una clase de baile o salir a caminar. Se ha demostrado que el ejercicio ayuda a perder peso, a reducir el estrés y a disminuir el dolor.
• Equilibre sus comidas. Piense en su plato como una paleta y llénelo con un arco iris de frutas y verduras para favorecer un sistema inmunitario sano. Coma comidas y meriendas regulares a lo largo del día para obtener energía constante y evitar comer en exceso. También, es una buena idea tener algunas comidas preparadas para los días en los que no se sienta con fuerzas para cocinar.
• Manténgase hidratado. Tomar suficiente agua es esencial para una buena salud. Beba un vaso de agua con las comidas, lleve una botella de agua consigo y beba a sorbos a lo largo del día y sustituya las bebidas azucaradas por agua con frutas.
• La mayoría de la gente no duerme la cantidad recomendada de siete a nueve horas. Una forma de mejorar la calidad del descanso es practicar una buena higiene del sueño. Esto podría incluir el establecimiento de un horario consistente de dormirse y despertarse, una evaluación de su entorno de sueño para la comodidad, temperatura adecuada, y la reducción de la luz azul mediante la limitación de la tecnología unas horas antes de acostarse.

Emocional/Espiritual: 

• Sea amable con su mente. La atención plena es la práctica de centrarse en el momento presente con intención y aprender a responder a las emociones negativas con compasión. Tómese tiempo para apreciar las pequeñas cosas de la vida e incorpore la respiración profunda para relajarse.
• No es sano aferrarse a los sentimientos difíciles. Las emociones son temporales, van y vienen en oleadas y debemos aprender a manejarlas. Es importante prestar atención a los patrones de pensamiento negativo que aparecen y tratar de dar un giro positivo a las cosas.
• Escribir un diario de sus pensamientos y practicar la gratitud son métodos que se han demostrado ayudar a procesar las emociones. Recuerde que no se trata de centrarse en lo que le falta, sino de agradecer lo que ya tiene.
• Haga lo que le trae paz a su alma y conéctese con algo con sentido para usted. Ya sea estar en la naturaleza, el yoga o la meditación.

Social/Mental:

• El autocuidado no se refiere sólo a cuidarse de uno mismo. Las enfermedades crónicas pueden hacer que queramos alejarnos de las actividades sociales con los demás. Pasar tiempo de calidad con los amigos y la familia deber ser una prioridad. Conectarse con otros nos puede dar una sensación de comodidad al saber que tenemos a alguien que escucha nuestros problemas y nos da algo para esperar.
• Relacionarse y compartir sus luchas con otras personas que se encuentran en una situación similar puede proporcionar una sensación de comunidad. Asista a una clase de automanejo de enfermedades crónicas o únase a un grupo de apoyo en su zona.
• Amplíe su mente. Saque tiempo para sus pasatiempos, para leer un libro o para aprender algo nuevo.

Piense en el autocuidado como su propia forma de cuidado de la salud. Ya que las enfermedades crónicas son continuas, requieren un manejo constante. Si se cuida a sí mismo mediante actos de autocuidado, puede mejorar su propio bienestar.